Souvenir rústico para la primera comunión de un niño.
Consistió en platitos de cerámica con dos vasijitas , una de ella portavelita y la otra con los símbolos de la Santa Misa, complementa la decoración una cruz pintada a mano. Acompaña un ramito de flores secas y en el angulo izquierdo el nombre del agasajado y la fecha del evento.
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